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¿Cómo Puede Afectar La Proposición 213 De California A La Compensación Por Lesiones?
La Proposición 213, oficialmente denominada The Personal Responsibility Act of 1996 (ley de Responsabilidad Personal de 1996), se sometió a votación en California y fue una medida de iniciativa que limitaba la capacidad de los conductores sin seguro, los conductores ebrios y los delincuentes heridos durante la comisión de sus delitos para buscar compensación por determinados tipos de daños.
La ley también tuvo repercusiones en los costos de los seguros. Por ejemplo, según un informe de 1999 de la Asamblea General de Connecticut, Mercury Insurance Co. atribuyó una reducción de $71 millones en las tarifas de los seguros a la Proposición 213. La compañía redujo específicamente las tarifas en un 20% para la cobertura de conductores sin seguro y en un 15% para la cobertura de lesiones corporales. Esto indica que la Proposición 213 contribuyó a reducir los costos de los seguros para los asegurados al disminuir la posibilidad de reclamaciones por parte de conductores de alto riesgo.
Entre las organizaciones que apoyaron la Proposición 213 se encontraban:
- Mothers Against Drunk Driving, MADD (Madres contra la conducción bajo los efectos del alcohol).
- Doris Tate Crime Victims Bureau (Oficina de víctimas del crimen Doris Tate).
- Peace Officers Research Association of California (Asociación de investigación de oficiales de paz de California).
- California Police Chiefs Association (Asociación de Jefes de Policía de California).
- Association for California Tort Reform (Asociación para la reforma de agravios en California).
- California Highway Patrol’s California Association of Highway Patrolmen, CAHP (Asociación de patrulleros de carreteras de California).
- California Peace Officers’ Association (Asociación de oficiales de paz de California).
- Otras organizaciones policiales y de defensa de los derechos de las víctimas.
Quienes se opusieron a la Proposición 213 fue el Proyecto de Aplicación de la Proposición 103, que abogaba por el uso del análisis secuencial para fijar las tasas.
Este Proyecto fue Liderado por la California Trial Lawyers Association (Asociación de abogados litigantes de California), Consumer Action (Acción del consumidor), United Policyholders (Titulares de pólizas unidos) y el Consumer Watchdog (Defensor del consumidor) Harvey Rosenfield.
La Proposición 213, también conocida como Prop 213, es una ley estatal de California aprobada el 5 de noviembre de 1996. Esta ley restringe principalmente la recuperación de daños no económicos resultantes de un accidente automovilístico por parte de conductores que no están asegurados, independientemente de si fueron o no culpables del accidente.
Aunque la Prop 213 ha sido objeto de impugnaciones legales desde su aprobación, las cortes han confirmado en general sus disposiciones principales, y la ley sigue vigente en California. Las fuerzas del orden y las cortes del estado siguen aplicando las restricciones de la Prop 213 sobre los daños no económicos en los casos que son aplicables.
La ley se aplica principalmente a las personas que no tienen seguro; sin embargo, otras disposiciones también pueden afectar a diferentes tipos de reclamaciones por accidentes. Una de esas disposiciones es la siguiente:
California Civil Code 3333.3 (Código Civil de California).
En cualquier acción por daños basada en negligencia, una persona no podrá recuperar daños no económicos si las lesiones del demandante fueron causadas de alguna manera por la comisión de un delito grave por parte del demandante o por su huida inmediata del lugar de los hechos, y el demandante ha sido debidamente condenado por ese delito grave.
La razón de esta ley es muy simple. Una persona que pone en peligro a otros por negligencia puede no tener derecho a buscar compensación por daños por dolor y sufrimiento. Aunque esto pueda parecer un castigo, la verdadera cuestión es si esta ley anima o no a alguien a mantener una cobertura de seguro válida. Muchos conductores desconocen que la falta de cobertura de seguro podría impedirles buscar compensación por determinados daños, incluso en accidentes en los que no tienen la responsabilidad.
Aunque algunas personas expresan su frustración al conocer esta restricción, la ley impide que los conductores sin la cobertura de responsabilidad adecuada reclamen daños no económicos después de un accidente. Esta norma se aplica a todos los vehículos, incluidas las furgonetas, los autobuses y los camiones.
Sin embargo, el hecho de no tener seguro no elimina automáticamente tu derecho a buscar una compensación. Dependiendo de las circunstancias de tu caso, podrías seguir teniendo derecho a buscar compensación por daños económicos, como salarios perdidos, facturas médicas, daños materiales y otras pérdidas que hayas sufrido debido a la negligencia de otra persona.
El propósito de la Proposición 213 Según la Iniciativa
La primera razón mencionada para la Proposición 213 es que los costos del seguro de automóvil se han disparado en California para aquellos que asumen la responsabilidad de sus actos. Los conductores ebrios, los automovilistas que no tienen seguro y los presuntos delincuentes están infringiendo la ley, y no hay razón para que se les recompense por ser irresponsables e infringir la ley.
La medida tenía por objeto limitar ciertos tipos de reclamaciones de personas sin seguro, que conducen bajo los efectos del alcohol o que han sido condenadas por delitos graves, al tiempo que se mantiene la protección de quienes cumplen la ley.
Sin embargo, según la normativa vigente, los conductores ebrios y los automovilistas sin seguro que se ven involucrados en accidentes pueden buscar compensaciones por daños que son irrazonables para los ciudadanos que cumplen la ley. Como resultado, algunos delincuentes han recibido compensaciones por daños de ciudadanos que cumplían la ley.
La segunda razón es que el sistema, que recompensa a las personas que se niegan a asumir su responsabilidad personal, les impide buscar compensaciones injustificadas o demandar a un ciudadano que cumple con la ley.
Por eso, los ciudadanos del estado de California aprobaron esta medida para intentar restablecer el equilibrio del sistema judicial y limitar el derecho a demandar a los conductores ebrios, a los automovilistas sin seguro y a los criminales.
Según la ley anterior, cualquier persona que sufriera una lesión como consecuencia de un accidente de tráfico podía demandar a la persona, al gobierno o a la empresa responsable, lo que te permitía buscar la compensación de las pérdidas resultantes. Estas pueden incluir pérdidas económicas, como gastos médicos, daños materiales o salarios perdidos, así como pérdidas no económicas, por ejemplo, dolor y sufrimiento.
La Proposición 213 no permite la recuperación de pérdidas no económicas para ciertos tipos de accidentes. Una persona lesionada mientras cometía un delito grave puede seguir buscando una compensación por daños económicos, como facturas médicas y salarios perdidos, incluso si se aplica la Proposición 213. Un delincuente condenado puede presentar una reclamación o una demanda si el accidente fue causado por la negligencia de otra persona.
¿Qué Compensaciones Se Ven Afectadas Por La Proposición 213?
La compensación que se restringe son los daños no económicos en los casos de accidentes de carro en virtud de la Proposición 213. Esto incluye pérdidas por desfiguración, angustia emocional o mental, dolor y sufrimiento, inconvenientes y discapacidad física. Las víctimas de accidentes afectadas por la Proposición 213 aún pueden buscar compensación por daños económicos. Esto incluye gastos de rehabilitación, facturas médicas futuras, salarios perdidos por faltar al trabajo y costos de reparación de bienes o vehículos.
¿A Quiénes Afecta La Proposición 213?
Los conductores sin seguro son los principales afectados por la Proposición 213. Si en el momento de un accidente, ni tú ni el vehículo que conduces están asegurados, es posible que se aplique la Proposición 213.
Los conductores que se encuentran bajo los efectos del alcohol o las drogas, comúnmente conocidos como conductores DUI, son otro grupo afectado por la Proposición 213. En el caso de que un conductor no haya causado el accidente en ese momento, pero haya estado conduciendo bajo los efectos del alcohol o las drogas, la ley puede impedirle buscar una compensación por daños por dolor y sufrimiento, así como otras pérdidas no económicas. Es importante entender que esta restricción solo se aplica al conductor que estaba intoxicado, y no a las víctimas del accidente de carro por DUI.
¿Existen Excepciones A La Proposición 213?
Existen excepciones específicas a la Proposición 213 que pueden permitirte buscar compensación por daños, independientemente de tu situación en materia de seguros o de la situación del vehículo en el momento del accidente.
La primera excepción se da si el vehículo que conducías era un vehículo de la empresa y no estaba asegurado. En este caso, es posible que puedas buscar compensación por daños no económicos por las lesiones sufridas en el accidente. Esto también puede aplicarse si no tenías seguro en el momento del accidente.
La segunda excepción es si el accidente ocurrió en una propiedad privada, en cuyo caso es posible que puedas buscar una compensación por tus pérdidas. Esto se debe a que la ley estatal exige que los conductores tengan un seguro de responsabilidad para conducir en vías públicas, pero no es un requisito en propiedades privadas.
La tercera excepción puede aplicarse si conducías un vehículo sin seguro que no es de tu propiedad, pero tienes tu propia póliza de seguro de automóvil para otro carro. En esta situación, es posible que estés exento de la Proposición 213. De esta manera, puedes seguir buscando una compensación por tus pérdidas, aunque el carro que conducías no estuviera asegurado.
Si No Tuviera Seguro, ¿Debería Presentar Una Caso Por Lesiones Personales?
Incluso si no tuvieras seguro y se aplicara la Proposición 213, es posible que aún puedas buscar una compensación por los daños económicos resultantes de la negligencia de otra persona. Esto incluye salarios perdidos, facturas médicas, daños a cualquier propiedad u otras pérdidas relacionadas con el accidente.
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